Abro la puerta del corral
lo veo inundado de agua
increíblemente trasparente
en el suelo hojas secas caídas
el tronco del limonero cubierto
Del fondo vienen hacia mí
tres perros corriendo
por encima del agua sin tocarla
uno blanco que tuvimos hace muchos años
y dos sombras pequeñas difusas del pasado
el agua no entraba en la casa por la puerta
Cerré y quise avisarla del peligro
estaba tumbada en la cama
demasiado tranquila o ausente
no dándose cuenta de la situación
pero las palabras me salían sin sonido
casi no me oía a mí mismo
y desperté ahogándome de desesperación
por no poder decírselo
El sueño avisó y cumplió su presagio
pues al poco reñimos y lo dejamos
Junto las manos
una eres tú, la otra yo
pienso en los dos
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